
Las Mentiras de la Derecha
16/04/2022Los partidos y las ideologías que defienden a las personas ricas, grandes corporaciones e individuos que ostentan el poder económico no quieren que te sitúes en el lugar de la sociedad al que en realidad perteneces.
Por eso, desde sus atriles de poder -publicidad, grandes medios, televisiones, cine, series, telerealidad- van a intentar que no te identifiques con tu clase social. Para ello te van a dar sus migajas, para hacerte sentir parte de su tribu y que trabajes para que ellos sigan poder haciendo lo que tú no puedes hacer: vivir sin trabajar.
Es muy probable que de entrada hayas contestado que eres de clase media. Lo triste es que la inmensa mayoria de las personas que piensan que son de clase media en realidad no lo son.
A este fenómeno se le llama falta de conciencia de clase y es el origen de muchos problemas con los que lidian las sociedades occidentales.
La conciencia de clase es lo que nos hace fuertes como grupo. Por eso los millonarios, los terratenientes, los señoritos y sus descendientes, que sí tienen claro a la clase a la que pertenecen, son un grupo fuerte y que en los últimos tiempos está ganando muchas más batallas de las que deberían gracias a que una gran mayoría de personas que pertenecen a la clase trabajadora creen que pertenecen a una clase que no es la suya.
La forma de saber a qué clase perteneces es muy sencilla: si necesitas trabajar para poder vivir perteneces a la clase trabajadora. Da igual que tengas un buen sueldo, porque si perder tu trabajo significa que pierdes tu única o principal fuente de ingresos, perteneces a la clase trabajadora independientemente de que seas jornalera, cajera, barrendero, albañil, ingeniero, médico o maestra.
Si no entiendes la realidad en la que vives no solo vas a contribuir a perjudicarte a ti y a los de tu clase, sino que lo vas a hacer con alegría, agradeciendo las migajas que te caen desde los estamentos más altos. Como esas donaciones de Amancio Ortega para comprar máquinas en los hospitales. Que es lo mismo que cuando los señoritos le daban a tus abuelos las sobras de la comida como si fueran perros y encima tenían que agradecérselo con la vida.
Tener conciencia de clase es la clave para saber cuál es tu posición en las relaciones de poder en tu día a día. Si, al contrario, prefieres vivir en la mentira de que perteneces a una clase que no es la tuya, nunca vas a luchar por llegar a donde te mereces porque piensas que ya estás ahí.
Como ejemplo, si todavía no tienes claro como funcionan las clases sociales, analiza cómo se comportan las personas a diario, por ejemplo, en entornos empresariales o en fábricas. Los directivos se van a comer con directivos, los administrativos con administrativos, el personal de limpieza, etc. En definitiva, las jerarquías raramente se mezclan y eso también repercute en otras cosas, como el tipo de oficinas o despachos que tienen y en cosas tan absurdas como que los trabajadores que más ganan tienen beneficios médicos o sociales que los de menos rango y sueldo no tienen y no pueden pagarse con sus ingresos..
Si después de esto sigues pensando que eres de clase media porque te da vergüenza aceptar que eres de clase trabajadora recuerda que trabajar para vivir no es indigno, no es sinónimo de fracaso, es todo lo contrario. Pero los poderosos no quieren que te sientas realizado o realizada y orgulloso y orgullosa de ser una persona activa que contribuye a hacer una sociedad mejor con su trabajo. No quieren porque toda esa gente te necesita para poder seguir viviendo a todo lujo sin tener que trabajar a costa del trabajo de la mayoría.